Los orígenes del dónut son variados y poco claros. Probablemente la rosquilla que conocemos hoy en día sea una evolución de un bollo aparecido durante la Edad Media en el norte de Europa. Los historiadores coinciden en que su antecesor lo encontramos en la Holanda del siglo XVI, donde tradicionalmente se elaboraba un dulce con pasta azucarada que posteriormente se freía en manteca de cerdo. La costumbre de realizar estos bollos se trasladó a América del Norte gracias a los colonos holandeses, convirtiéndose en un producto muy popular en la ciudad de Nueva Ámsterdam (asentamiento fortificado neerlandés del siglo XVII, y que se convertiría posteriormente en la ciudad de Nueva York). No obstante, debido a su forma este tipo de bollo resultaba bastante indigesto ya que la masa no quedaba cocida de forma uniforme, quedando la parte central bastante cruda. Para solucionar ese pequeño inconveniente, las amas de casa y panaderos de la época empezaron a añadir en el centro"poco hecho"un puñadito de nueces para mejorar su sabor. A partir de la incorporación de ese fruto seco a la masa, los colonos empezarían a llamarlo "dough nut" o "pasta de nueces".
La solución a este problema llegó en el año 1847 de la mano de un joven marinero llamado Hanson Gregory (1832-1921) quien cansado de comprobar que el centro siempre quedaba poco hecho, optó por hacer un agujero con la tapa de un pimentero en el centro del buñuelo, solucionando de forma definitiva el problema y apareciendo por primera vez el dulce con forma de rosquilla. Como curiosidad comentar que en la ciudad de Rockport (estado de Maine) existe una placa de bronce que recuerda este hecho.
HISTORIA DE LOS DÓNUTS
Cuando en 1917 Estados Unidos se unió a las fuerzas aliadas para combatir a Alemania durante la Primera Guerra Mundial, organizaciones de socorro y asistencia social formada por civiles como el Ejército de Salvación y otras organizaciones benéficas siguieron a los soldados de infantería a los campos embarrados del norte de Francia. Había estado lloviendo de manera constante durante 36 días seguidos y todo el terreno estaba completamente encharcado.Uno de los primeros puestos fue en Montiers-Sur-Saulx, la depresión se cernía sobre toda la zona como una gran manta pesada. Unos 250 voluntarios del Ejército de Salvación prestaron asistencia a los soldados que combatían en el frente.Hombres y mujeres montaron cantinas y centros sociales "cabañas" donde empezaron a servir a los soldados. Habían recibido formación en enfermería, establecieron un servicio de mensajería donde escribían cartas para los heridos y les proporcionaban material de escritura y sellos. Asistían a los heridos, portaban el agua y les hacían arreglos en la ropa.
A medida que los jóvenes soldados se enfrentaban al peligro físico y emocional era cada vez más necesario proporcionarles algún impulso a sus espíritus. Después de un mes empapados en las trincheras, las damas creyeron que los soldados necesitaban "comida casera" para levantar el ánimo. La alférez del Ejército de Salvación Helen Purviance tuvo la brillante idea de elaborar con ingredientes limitados un dulce que llevase algo de consuelo a los soldados y que les recordase a su hogar.
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Helen Purviance |
De acuerdo a los registros del ejército, el honor de freir la primera rosquilla recayó en Purviance, convirtiéndose en la primera "dougnhut girl" del Ejército de Salvación.Resultó ser la primera de muchas. Muy pronto todas las mujeres llamadas, estaban haciendo dónuts por miles.
La primera masa se amasó y estiró con las manos, pero pronto Purviance empezó a utilizar una botella de vino a modo de rodillo. Como no tenían cortador de dónuts, las dos jovencitas usaban un cuchillo para cortar la masa en tiras que luego unían por los extremos par darles forma de rosquilla. Utilizaban una pequeña estufa redonda que era tan baja que tenían que ponerse de rodillas para freir los 8 buñuelos de una sóla vez. Con frecuencia los dónuts se freían en aceite dentro de los cascos de acero de los soldados.
Pronto el aroma tentador de las frituras atrajo a los nostálgicos chicos que poco a poco formaron una larga cola ante la "cabaña". De pie, en el barro y bajo la lluvia, esperaron pacientemente su turno. Aunque las chicas trabajaron hasta altas horas de la noche, sólo pudieron servir 150 donas el primer día. Al día siguiente ese número se duplicó, tiempo después y con los medios apropiados para ese trabajo, llegaron a freir entre 2500 y 9000 rosquillas diarias. Estas jovencitas junto con las militares eran las únicas mujeres a las que se le permitía visitar las líneas del frente. Estas voluntarias se ganaron el apodo de "Doughnut Lassies" y "Doughnut girls".
En una entrevista a Helen Purviance, publicada el 7 de mayo de 1976, recuerda: "Habíamos hecho 150 donas y debería haber visto usted sus caras. El primer soldado de la cola, dijo "Oh, muchachos, si esto es la guerra, dejad que continúe". " Más tarde fuimos capaces de llegar a hacer hasta 800 donas diarias. Las primeras no se parecían mucho a las actuales porque no teníamos el cortador de dónuts".
Cuando estas primeras donas se volvieron tan populares, Helen cogió una lata vacía de leche evaporada y un tubo vacío de crema de afeitar y se los llevó al herrero del pueblo. "Él no hablaba inglés y yo no hablaba francés, pero de alguna manera me las arreglé para conseguir que entendiese que yo quería esas dos cosas clavadas en un pequeño bloque de madera. Ese artilugio fue nuestro primer cortador de dónuts hasta que nos enviaron uno de verdad desde los Estados Unidos.
Después de un mes empapados en las trincheras, las damas creyeron que los soldados necesitaban "comida casera" para levantar el ánimo. Servimos mucho chocolate caliente a los hombres. "Era algo que podíamos comprar a los franceses". En cuanto a los dónuts, ella dice:"Yo siempre he dicho que los dónuts se dieron a conocer en 1847, pero sí creo que cuando fueron realmente tenidos en cuenta, fue el 19 de octubre de 1917".
A medida que el conflicto se prolongaba, los pasteles y dónuts dispensados por el Ejército de Salvación se multiplicaron a la vez que contribuían a levantar la moral de los chicos. A pesar de la escasez en la guerra, el alto mando estadounidense se aseguró de que no faltasen ni harina ni manteca para que los dónuts no faltasen. Las jovencitas con sus dónuts se convirtieron en la mejor tarjeta de presentación de la Organización. Una simple rosquilla se convirtió en un símbolo de todo lo que el Ejército de Salvación estaba haciendo por aliviar las penurias de los soldados. en primera línea.
A través de las historias de los corresponsales de guerra y las cartas de los soldados agradecidos, la historia de estas mujeres que habían trabajado tan duro y que habían cuidado "como una madre" a los muchachos, llegó a los Estados Unidos. El escepticismo con el que el Ejército de Salvación había sido recibido en un principio, pronto se desvaneció, llegando a ser la Organización más popular entre las tropas. No sólo se ganó el afecto de los soldados de infantería sino también el respeto y la gratitud de toda una nación.
FUENTES:
puromarketing
rosaspage
salarmychicago.org
salvationarmyusa
worldwar1
DÓNUTS CON MÁQUINA
Hace unas semanas la empresa
dimobasuministros tuvo el detalle de regalarme una máquina para hacer dónuts, creo que es una opción fantástica para hacer rosquillas con menos grasas y por lo tanto mucho más saludables. Se hacen en un momento, y no manchamos casi nada. Me ha encantado y a mis chicos mucho más, no quedan con el mismo sabor que los dónuts, porque los originales se fríen en aceite, pero quedan con una textura bastante lograda y con un sabor muy rico. Si le hacéis un buen glaseado, triunfaréis. Estoy probando recetas y creo que las dos que publico hoy quedan bastante bien. Seguiré buscando hasta dar con el dónut perfecto.
INGREDIENTES
- 250 gr de harina
- 100 gr de azúcar
- 1/4 litro de leche
- 8 gr de azúcar vainillado. Utilizo los sobres de la marca Belbake del Lidl.
- 2 huevos
- 50 ml de aceite
- 1 cdta de levadura en polvo
- Una pizca de sal
- Azúcar glas al gusto y unas cdas de agua para hacer el glaseado. Procurad que os queda densa como la cola blanca.
- Una vez hechos los dónuts, los sumergimos en la glasa y los dejamos reposar encima de una rejilla.
ELABORACIÓN
- En un cuenco, ponemos la harina, el azúcar, el sobre de azúcar vainillado y la sal. Mezclamos.
- Hacemos un agujero en medio de los ingredientes secos y añadimos la leche, los huevos y el aceite.
- Mezclamos todos los ingredientes hasta conseguir una mezcla homogénea.
- Ponemos a calentar la donutera y con una brocha o papel de cocina engrasamos bien con aceite todos los huecos y seguimos las instrucciones del fabricante.
- La mezcla nunca debe rebasar el hueco de la donutera, porque al cocer se desbordaría.
DÓNUTS DE CHOCOLATE
INGREDIENTES
- 200 gr de harina
- 75 gr de cacao
- 75 gr de azúcar
- 1 cdta de levadura en polvo
- Un sobre de azúcar vainillado (8 gr)
- 60 ml de aceite
- 1 huevo
- 175 ml de buttermilk. Se prepara mezclando 175 ml de leche con una cda de vinagre o limón. Lo dejamos reposar unos minutos hasta que la leche se cuaje un poquito, lo removemos y ya estará listo para usar.
- Una pizca de sal
- Chocolate negro y azúcar glas
ELABORACIÓN
- En un cuenco, ponemos la harina, el azúcar, el cacao ,el sobre de azúcar vainillado y la sal. Mezclamos.
- Hacemos un agujero en medio de los ingredientes secos y añadimos el buttermilk, el huevo y el aceite.
- Mezclamos todos los ingredientes hasta conseguir una mezcla homogénea.
- Ponemos a calentar la donutera y con una brocha o papel de cocina engrasamos bien con aceite todos los huecos y seguimos las instrucciones del fabricante.
- La mezcla nunca debe rebasar el hueco de la donutera, porque al cocer se desbordaría.
- Para la cobertura, derrretimos chocolate negro (la cantidad que queráis) al baño María. Le añadimos azúcar glas al gusto. Mezclamos bien y sumergimos los dónuts en el glaseado. Los dejamos secar encima de una rejilla.